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Una idea: Cambiarle la cara a Madrid

Con este objetivo se crea “Bajobé MakeUp Studio”, un espacio diferente que revoluciona el mundo de la belleza. Cansada de la separación entre el maquillaje para profesionales y la gente de la calle, el estudio de Bajobé abre sus puertas con una idea innovadora que combina a los mejores profesionales junto con los que llegaran a serlo algún día.

En un espacio tan original como acogedor, situado en el centro de Madrid, Pato ha creado una filosofía renovada, basada en el desarrollo de la creatividad en el maquillaje y la elegancia en el tratamiento de la belleza femenina y sus necesidades.

Fiel a sus instintos de mejorar una profesión que ama, ha ideado un negocio que unifica formación especializada y los servicios exclusivos de una boutique de belleza. Haz una visita al estudio en San Gregorio 5 bajo B, de ahí el nombre, y descubre otra manera de entender el maquillaje y el cuidado del rostro de la mujer. 

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PATO IGLESIAS

Mis amigos y compañeros me definen como una todo terreno de la profesión. Tras más de veinte años al pie del cañón, espero con ilusión esta nueva etapa al frente de mi propio proyecto.

Comencé a formarme en mi país natal, Argentina y continué reciclándome en España, tras ocho años de duro trabajo en la televisión argentina como jefa de maquillaje y responsable de imagen de los rostros más conocidos del cine y la moda.

Tuve claro desde mis comienzos que esta profesión era mi sitio y con mucho esfuerzo pude hacerme un hueco en el complejo mundo del cine, la televisión, la publicidad y el teatro, configurando así mi currículo y mi personalidad como maquilladora.

En un punto en el que otros se habrían conformado con una carrera en proyección, me arriesgué con un proyecto muy personal y levanté de la nada mi propio negocio, un tienda Make Up Store, una de las firmas más prestigiosas del panorama cosmético europeo. Pero como siempre me gusta dar un poco más,  me enfrasqué en Prolook Novias, una agencia en la que podía cambiar el tradicional estilo nupcial de la mujer y aportar mi pequeño granito de arena en la belleza femenina. 

Diez años al frente de la dirección de formación y ventas de varias escuelas de maquillaje fueron decisivos para descubrir otro sueño y la etapa más dulce de mi carrera: la enseñanza, un campo en el que encontré mi razón de ser, ayudando a formar a las nuevas generaciones de profesionales.